viernes, 3 de septiembre de 2010

La tipografía para una época industrial

   Con el surgimiento de la Revolución Industrial un gran número de personas dejaron de laborar las tierras y buscaron empleos en las fábricas y gracias a esto las ciudades crecieron rápidamente y hubo una distribución más amplia de la riqueza.
   La inversión de capital en máquinas, para la fabricación masiva, llegó a ser la base del cambio industrial y del desarrollo. Se estableció un ciclo de producción en espiral. La demanda de una población urbana que crecía rápidamente y poseía gran poder de compra, estimuló las mejoras tecnológicas. Esta circunstancia facilitó la producción en masa, lo que produjo un incremento en la presencia de productos disponibles en el mercado, y la reducción de costos.

   El progreso vertiginoso de la Revolución Industrial no se realizó sin costo social. Esta enorme fuerza de trabajo de hombres, mujeres y niños, a menudo era fuertemente recortada; algunas de las causas que provocaron esta situación eran la sobreproducción anticipada (con el consecuente almacenamiento de mercancía o la saturación del mercado), el incremento desmesurado en os costos de la materia prima y la incapacidad o la avaricia de los patrones para comprarla, las crisis comerciales, el fracaso en los negocios, los errores de los bancos y la pérdida de la fuente de trabajo, ocasionada por el desplazamiento de la mano de obra humana por nuevos adelantos técnicos. Sin embargo, en lo que cabe, el nivel de vida de las personas en Europa y América mejoró notablemente durante el siglo XIX.
   Los críticos de la nueva era industrial pensaban que la civilización estaba cambiando los valores humanos por el interés económico.

   El grado más alto de igualdad que se inició a partir de las revoluciones francesa y americana, trajo consigo un mejoramiento en la educación pública y, por tanto, la posibilidad de leer y escribir, por lo que el público lector, consecuentemente, aumentó. Este periodo inestable con continuos cambios se caracterizó por una mayor trascendencia y disponibilidad de la comunicación gráfica.
Las artesanías desaparecieron casi por completo. La unidad de diseño y producción que tenía un artesano llego a su fin.

   En el transcurso del siglo XIX la especialización del sistema de fábricas, dividió la comunicación gráfica en dos partes diferentes, diseño y producción. Se expandió la escala de medidas tipográficas y el estilo de los tipos de letras. La invención de la tipografía y, más tarde, la de los medios para imprimir imágenes fotográficas ensancharon el significado de la documentación visual y de la información pictórica.
Este siglo dinámico, exuberante y a menudo caótico, presenció un desfile vertiginoso de nuevas tecnologías y de formas imaginativas y expandió las aplicaciones del diseño gráfico.

Tipo de cara gruesa,  Robert Thorne 1821



INNOVACIONES EN LA TIPOGRAFÍA

   Como en muchos otros aspectos de la Revolución Industrial, Inglaterra tuvo un papel fundamental. Los fundidores de letras londinenses lograron diseños innovadores.
William Calson fue el abuelo de esta revolución. Además de sus herederos, dos de sus anteriores aprendices Joseph Jackson (1733-1792) y Thomas Cotterell (muerto en 1785), llegaron a ser prósperos diseñadores de letras y fundidores.
    Aparentemente Cotterell inició la tendencia a fundir, en moldes de arena, toscas letras negritas, a principios del año 1765.
La idea de las letras más grandes y gruesas fue adoptada por otros fundidores y durante la década los tipos se hicieron progresivamente más pesados. Esto llevó a la invención de letras gruesas, una categoría importante en e diseñote tipos, modificadas por Robert Thorne (muerto en 1820), alumno y sucesor de Cotterell, quien las exhibió por primera vez en el año de 1803.
Vicent Figgins (1766-1844) estableció su propia fábrica de fundición de tipos de imprenta y rápidamente se hizo de una buena reputación por la calidad de sus diseños tipográficos y por los materiales de matemáticas, astronomía y otros de carácter simbólico, contándose por cientos los diseños tipográficos. A finales del siglo, Figgins había diseñado y fundido toda una serie completa de letras romanas y había comenzado a producir caracteres tipográficos eruditos y extranjeros. Su muestrario de tipos del año 1815 presentó una gama completa de estilos modernos. También presentó tipos antiguos (egipcios), que son la segunda innovación más importante en diseño de letras del siglo XIX y numerosos caracteres comerciales, incluyendo los caracteres “tridimensionales”.

   El sentido mecánico de estas letras antiguas se caracteriza por patines rectangulares gruesos, uniformidad de peso en todo su formato y trazos ascendentes y descendentes cortos.
Después del año 1830 se inventó una variante del tipo egipcio, caracterizada por patines con pequeños corchetes y mayor contraste entre los trazos gruesos y delgados, llamada jónica.
   El libro de tipos de Figgins, del año 18815, presentó la primera versión de letras Toscazas. Durante el siglo XIX este estilo, caracterizado por patines curvados y extendidos, quedó sujeto a una asombrosa serie de variantes a menudo con trazos convexos y cóncavos y también adornos.
  En el año 1815, Figgins exhibió modelos que proyectaban la ilusión de tres dimensiones y semejaban objetos voluminosos más que signos bidimensionales. Una variante adicional era la profundidad del sombreado. Cuando los diseñadores se dieron cuenta que cada recurso (perspectiva, contornos, inversiones, ensanchamientos, reducciones) podía multiplicar cada estilo, dentro de un caleidoscopio de posibilidades de diseño, los estilos proliferaron sin límites.
   A principios del año 1800 la tercera innovación tipográfica más importante era el tipo sans-serif, cuya característica más obvia fue la ausencia de patines, razón que valió su modesta aparición en un muestrario del año 1816. Se parecía mucho a la letra egipcia, pero sin patines.

   Los primeros tipos sin patines eran poco elegantes, se usaba para subtítulos y para material descriptivo.
En los años que siguieron al 1830 varios fundidores de tipos de imprenta presentaron nuevas formas de caracteres san-serif. Parecía como si cada diseñador y fundidor hubiera inventado un nombre. Calson las llamó Dóricas, Thorowgood llamó a sus caracteres grotescos y Blake y Stephenson denominaron su versión sanssurryphs. En los Estados Unidos la Boston Type y la Stereotype Foundry, denominaron Góticas Americanas a sus primeras letras sin patines, afirmando así su independencia de origen británico.


UNA REVOLUCIÓN EN TIPOGRAFÍA

   Era inevitable que el progreso de la Revolución Industrial modificará radicalmente la imprenta. Para mejorar su eficiencia y el tamaño de las impresiones los inventores procuraban aplicar teorías mecánicas y partes metálicas a la prensa manual. En el año 1800 varias mejoras en la prensa manual, culminaron con la invención de Lord Stanhope de una máquina impresora construida completamente de partes de hierro fundido que la hicieron más fuerte y más eficiente. La prensa de Stanhope permitía el uso de una hoja de papel de impresión del doble de tamaño. El siguiente paso era transformar la imprenta enana operación febril de alta velocidad.
Koenig obtuvo la patente para su prensa en marzo de 1810. en abril del año 1811 fabricó su primera producción de prueba: 3 000 hojas del Annual Register. Esta prensa imprimía 400 hojas por hora, en comparación con la producción de 250 hojas por hora de la prensa manual de Stanhope. Otras innovaciones incluyeron un método de entintado de los caracteres por medio de rodillos. El movimiento horizontal de la forma de los tipos en la cama de la máquina y el movimiento del tímpano y la frasqueta eran automáticos.
   En el año 1815, William Cowper obtuvo la patente para una máquina impresora que utilizaba placas curvas iguales, dobladas alrededor de un cilindro. Esta prensa lograba 2 400 impresiones por hora y podía ser usada para imprimir 1 200 hojas por ambos lados.

   La Revolución Industrial se había emparejado con el impresor. La prensa accionada por vapor, de cilindros múltiples de Applegath y Cowper, producía 32 impresiones por cada una que imprimía la prensa manual de Sthanhope.
En la década de los años 1830, la imprenta comenzó su increíble desarrollo, pues los periódicos, libros y pequeños impresores se multiplicaron.

   El valor de la alta velocidad en la impresión accionada con energía de vapor se habría restringido si no se hubiera dispuesto de una provisión económica y abundante de papel. Nicolas Louis Robert, joven empleado de la fábrica de papel Didot, en Francia desarrolló en el año 1798 el prototipo de una máquina para hacer papel, pero disturbios políticos en Francia evitaron que la perfeccionara. Peo en el año de 1803, en Frogmore Inglaterra, estaba en operación la primera máquina para producir papel.
  Con papel fabricado a máquina, impreso a alta velocidad en prensas accionadas por vapor, se inició una nueva era de conocimiento y educación. Hubo una amplia difusión de palabras y grabados; así llegó la época de las comunicaciones masivas.


Fuente: Historia del Diseño Gráfico, Philip B. Meggs. Cáp. 10 "La tipografía para una época industrial".

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